REPORTAJE
190.
"Arafat: El ocaso de un líder". 6/11/2004.
Duración: 13 min.
ARAFAT EN NACIONES UNIDAS.
(Arafat entra, saluda. Aplausos)
Rótulo: ‘ASAMBLEA GENERAL DE LA ONU, 13/11/1974’
(SIN NARRACIÓN)
YASER ARAFAT (discurso en la ONU)
‘Traigo en una mano una rama de olivo y en la
otra una pistola. No permitan que deje caer la rama
de olivo. No lo permitan’
ARAFAT EN LA ONU. OTRAS IMAGENES DE ARCHIVO DESDE ENTONCES
A HOY.
Aquellas palabras definieron para siempre la figura
romántica del principal representante palestino,
del mítico líder que se convertiría
en abanderado de todo un pueblo en lucha por mantener
su identidad nacional y recuperar los territorios que
les fueron arrebatados por el Estado de Israel. 30 años
después, al apagarse su existencia, el personaje
que ha sido Yaser Arafat se proyecta, agigantado, sobre
las páginas de la Historia turbulenta de Oriente
Medio, uno de los ejes del mundo en permanente conflicto
durante la segunda mitad del siglo XX y hasta nuestros
días.
Las últimas imágenes del envejecido dirigente
político han resultado patéticas: Arafat
se despedía lanzando besos a sus fieles al salir
de Palestina por última vez, para agonizar en
un breve exilio clínico en París, lejos
de la patria por cuya reconquista luchó toda
su vida. Casi tres años de confinamiento en La
Mukata --una antigua prisión colonial convertida
en sede de su Gobierno sin Estado-- lo habían
transformado en un anciano enfermo, que consumía
sus últimas fuerzas resistiendo frente a la receta
de intransigencia y represión aplicada a sangre
y fuego por el gobierno de su viejo enemigo Ariel Sharon.
TERESA ARANGUREN (Escritora y Periodista)
De aquel Arafat que yo entrevisté en el Beirut
cercado, en un sótano a la luz de una vela en
el 82, durante la invasión israelí del
Líbano, y la última entrevista que le
hice, que fue en febrero del 2002, también cercado,
en La Mukata, habían pasado veinte años
de drama palestino. Y en la personalidad de Arafat eso
está reflejado también. No solo el envejecimiento
del hombre que yo encontré en Beirut, que era
un hombre todavía joven con energía y
con la imagen del guerrillero resistiendo un cerco.
La imagen del Arafat cercado en La Mukata es la de un
anciano que sigue resistiendo pero con toda esta fatiga
y este cansancio ya no solo físico sino un cansancio
también político por todos los fracasos
y hasta se podría decir también sensación
de engaño o de trampa que, de algún modo,
ha tenido la causa palestina, ¿no?
IMAGENES DE LA VIDA DE ARAFAT
Nacido en 1929 --unos dicen que en Jerusalén
y otros que en Egipto-- sexto hijo de un comerciante
de Gaza, Mohamed Abdel Rauf-Arafat al-Kowda al-Husseini,
adoptaría temprano el nombre de guerra de Yaser,
aunque sus íntimos lo conocerían mejor
por el apelativo de Abu Ammar y sus seguidores acabarían
apodándole cariñosamente ‘el
viejo’. Aunque inició estudios de
ingeniería en El Cairo, en 1946 se instaló
en Palestina y se enroló --junto a su padre y
sus hermanos-- en una milicia que combatía al
terrorismo sionista desarrollado por los padres de la
Patria judía. Tras la fundación del Estado
de Israel regresó a Egipto, acabó su carrera
y entró en el ejército de Nasser. Luchó
contra la ocupación británica en 1956
y alcanzó el grado de teniente. Después
vivió la efervescencia revolucionaria de Argelia
y Siria. Y participó en la fundación del
movimiento guerrillero Al Fatah que en 1965 inició
la rebelión contra el Estado de Israel.
Cuatro años más tarde pasaría de
portavoz de la Organización para la Liberación
de Palestina, la OLP, a reemplazar a su primer Presidente,
Ahmen Al Chukeiri. Sus fedayines se enfrentaron
por primera vez al ejército judío en la
batalla de Karame en 1968. Y empuñaron las armas
en la guerra árabe-israelí de 1973. Tras
la derrota, Arafat promovió un Frente Nacional
Palestino en Cisjordania, enfrentándose a quienes
colaboraban con la ocupación de las tropas judías.
A partir de entonces la figura de Arafat empezó
a adquirir relevancia mundial. En 1974 habló
ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. La
OLP fue reconocida por más de 100 países.
España lo hizo en 1977 y en septiembre del 79
Arafat fue recibido por Adolfo Suárez. Se establecía
así una relación especial con nuestro
país, que prolongarían de modo desigual
Felipe González y José María Aznar.
BERNARDINO LEÓN (Secretario Estado Exteriores)
Arafat era un hombre muy difícil de definir.
Yo creo que el mismo contribuía a alimentar esa
leyenda de hombre misterioso. No se sabía bien
donde había nacido, cual había sido su
trayectoria. Y eso lo convertía en un hombre
de múltiples perfiles. Podía ser tremendamente
duro en la negociación, como supongo que también
lo sería en la época en que dirigía
las operaciones militares y las incursiones en Israel.
Podía ser muy astuto como político, capaz
de conciliar posiciones muy distantes. Pero en el trato
directo, en estos últimos años que yo
lo he tratado podía ser un hombre muy entrañable.
IMAGENES DE LA VIDA DE ARAFAT
Pese al reconocimiento internacional Arafat se enfrentó
a fuertes divisiones tanto en la OLP como en el mundo
árabe. En 1970 sus fuerzas fueron expulsadas
de Jordania tras el llamado septiembre negro.
Y en 1976 combatieron contra las de Siria en la guerra
del Líbano, hasta ser desalojadas por las tropas
de Israel en 1982, tras un largo asedio a su cuartel
general en Beirut. Arafat hubo de exiliarse en Túnez,
y al año siguiente sufrió una rebelión
militar en el seno de la OLP. Enfrentado a los partidarios
radicales de la lucha armada y el terrorismo, su pragmatismo
pareció derrotado y llegó a dimitir en
1984. La primera intifada y la proclamación
del Estado Palestino --aceptando el derecho a la existencia
de Israel-- le devolvieron el máximo protagonismo
como figura realista y moderada.
Arafat cometió el error de apoyar a Sadam Hussein
en la primera guerra del Golfo, lo que le privó
del apoyo de numerosos apoyos, y de la financiación
de Arabia Saudí, esencial desde la desaparición
de su viejo aliado soviético. Sin embargo, supo
impulsar la Conferencia de Madrid en 1991. Y alcanzó
su cenit político en 1993, con la firma de un
acuerdo de paz en Washington. En 1994 recibió
el premio Príncipe de Asturias y un Nobel, compartido
con Isaac Rabín y Simón Pérez.
En junio del 95, volvió a Palestina tras 27 años
de ausencia. Al año siguiente Arafat juró
su cargo como primer presidente de la Autoridad Nacional
Palestina.
TERESA ARANGUREN (Escritora y Periodista)
En Arafat han confluido dos condiciones. Por un lado,
ser la memoria de la resistencia palestina y por tanto
el símbolo de la resistencia palestina. Y, al
mismo tiempo, ser un personaje político muy cuestionado
y muy criticado. Pero yo no he encontrado nunca nadie
que le cuestione. Incluso la gente de Hamás,
el movimiento islamista, que siempre ha encontrado en
la OLP y en lo que representa Arafat su gran oposición.
Arafat representa también el laicismo.
IMAGENES DE LA VIDA DE ARAFAT
Yaser significa ‘afortunado’. Sin
duda, Arafat lo ha sido en las numerosas ocasiones que
escapó de la muerte, sobreviviendo a accidentes
de tráfico, atentados con bomba, emboscadas y
bombardeos... En abril de 1992 resulto herido, cuando
su avión desapareció en el desierto libio
entre una tormenta de arena. Un coágulo de sangre
en su cerebro exigió una operación y le
dejó visibles secuelas neurológicas.
HANI FAIDY (miembro de la OLP)
Por la noche Arafat, cuando se retiraba la dirección
palestina e iba a sus casas con sus mujeres con sus
hijos, se quedaba solo. Ahí es donde podías
ver la otra cara humana de Arafat, un hombre sensible,
muy humano, como cualquier hombre tiene problemas, y
se veía entonces, antes de casarse, la soledad.
IMAGENES DE LA VIDA DE ARAFAT
La ruta de la paz se truncaría hace cuatro años.
La provocación de Ariel Sharon, visitando la
explanada de las mezquitas, inició la segunda
intifada. Las acusaciones de corrupción minaron
al gobierno de Arafat. Otra espiral de violencia desbarató
los planes de paz. El terrorismo palestino y la represión
militar israelí sembraron nuevos odios. Y, tras
una grave crisis, Arafat quedaba cercado, bloqueado
en La Mukata, de donde Sharon no consiguió expulsarlo.
ARAFAT EN EL ENCIERRO DE LA MUKATA
Atrincherado durante cerca de tres años, Arafat
ya apenas salía al patio por las tardes, para
pasear entre las ruinas. Su vida transcurría
en nueve habitaciones, atestadas por más de 200
colaboradores y personal de seguridad, con su intimidad
reducida a un pequeño dormitorio de seis metros
cuadros.
BERNARDINO LEÓN (Secretario Estado Exteriores)
Hay que pensar que vivía en unas condiciones
muy difíciles. Era un hombre que te decía
al despedirte te voy a acompañar hasta la puerta,
tenemos que tener cuidado porque puede haber francotiradores.
De hecho la puerta de La Mukata estaba cubierta de sacos
terreros. Había perdido sin duda algo de esa
energía que le había llevado por tantos
países en los años anteriores y en los
distintos procesos de negociación. Pero seguía
siendo un hombre muy fuerte. La Mukata en aquel momento
estaba semidestruída, no tenía las medicinas
que necesitaba para salir adelante, vivía entre
dos habitaciones muy oscuras y sin luz natural, con
unos purificadores de aire. Era un prisionero.
IMÁGENES DE ARAFAT EN LA MUKATA
Enfermo de Parkinson, la salud de Arafat se deterioró
durante los últimos meses. La vieja cárcel
de Ramala ha sido su tumba política, el lugar
donde han quedado sepultados bajo los escombros sus
ilusiones de lograr un Estado palestino. Decían
los enemigos de Arafat que se había convertido
en el principal obstáculo para el entendimiento
con Israel, que ya era una rémora para la causa
palestina. Y lo acusaban de volver a sus orígenes
terroristas, por negarse a romper con los grupos más
violentos.
BERNARDINO LEÓN (Secretario Estado Exteriores)
Yo creo que más que hablar de terrorismo o de
liberación nacional, de movernos en esas etiquetas,
lo que hay que decir es que Arafat supo personificar
la lucha de un pueblo. Una lucha que tendría
sus claros y sus momentos más oscuros, y sin
duda estos días se va a hablar mucho de ello.
Pero yo no creo que hablar de terrorismo sea reflejar
una realidad.
ESPOSA DE ARAFAT LLEGA A LA MUKATA
Cuando el deterioro de Arafat empezó a ser alarmante
su esposa regresó de su exilio voluntario en
París, donde se conocieron en 1989. Palestina
de Jordania, 34 años más joven que él
y cristiana ortodoxa, hubo de adoptar la religión
islámica. Pero siempre fue vista como una extraña
por los sectores más radicales. En 1995 le dio
una hija, que sumar a los niños adoptados por
Arafat entre los huérfanos de guerra.
IMÁGENES HISTORICAS (ANTIGUAS) DE ARAFAT
Con su cabeza siempre envuelta en la kéfia
palestina, Arafat era un icono político viviente.
Tenía el carisma inexplicable de un héroe
popular feo, mal afeitado, de corta estatura y pésimo
orador. Pero la fuerza de su personalidad lo hacía
fascinante. Ahora, su ausencia abre un incierto periodo
sucesorio.
HANI FAIDY (miembro de la OLP)
Algunos dicen que el fallo del presidente Arafat fue
no nombrar sucesor. Si nombra sucesor dicen ah la dictadura,
lo nombró a dedo. Y si no lo nombra dicen que
es un fallo. Pensamos nosotros que el pueblo palestino
es maduro, es responsable y saldrá algún
día un dirigente. Algunos dicen es que no hay
dirigentes jóvenes. Claro que no los hay: porque
Israel se encargó de asesinarlos en actos terroristas,
mataban a todos los jóvenes.
BERNARDINO
LEÓN (Secretario Estado Exteriores)
Realmente no hay otra figura en la sociedad palestina
y es difícil incluso en todo el mundo árabe
que reúna esa inteligencia a la hora de sumar
legitimidades. Pero el pueblo palestino es un pueblo
habituado a sufrir y habituado a sobrevivir y hacer
frente a situaciones difíciles. Yo sé,
me consta porque estamos manteniendo contactos como
no podía ser de otro modo, del gobierno español
con distintos líderes y distintas facciones.
Y nos consta que todos comprenden que este es un momento
para hacer piña, para hacer frente a esta situación
unidos.
IMÁGENES
DE INTIFADA Y VIOLENCIA ISRAELÍ.
Arafat
repetía que ‘no es fácil hacer
política en una jungla de pistolas’.
Y, al cabo de medio siglo de luchas, su pueblo continúa
sometido o en el exilio de unos campos de refugiados
que se han vuelto eternos, sin alcanzar una ambición
que Arafat definió como la paz de los valientes:
convivir, de igual a igual, árabes y judíos
sobre las tierras de Palestina.
Un
reportaje de: VICENTE ROMERO y MARIANO ?
Imagen:
MIGUEL DEL HOYO
Sonido: RUEDA
Montaje:
J. C. CARRAZÓN.
|