REPORTAJE
176.
"Chile: la memoria del dolor". 13/9/2003
Un reportaje de
VICENTE ROMERO
Imagen y montaje
JUAN PANGOL
Producción y sonido
FABIO DÍAZ
IMÁGENES
DE ARCHIVO DEL GOLPE DE ESTADO CONTRA ALLENDE, EL 11
DE SEPTIEMBRE DE 1973
El 11 de septiembre se cumplieron treinta años
del acontecimiento más amargo en la Historia
de Chile: el día que sus centuriones derribaron
a la democracia más antigua y estable del continente.
OFRENDA DE FLORES ANTE EL MONUMENTO A SALVADOR ALLENDE.
A lo largo de la semana se han sucedido los actos en
recuerdo del intento de un socialismo humano que significó
el gobierno de la Unidad Popular. Pero también
en memoria del terror y la injusticia por un golpe militar
que sobrecogió al mundo.
VICENTE ROMERO (enviado especial a Chile):
‘Aquel día de septiembre acabó el
sueño revolucionario de Salvador Allende y comenzó
una sangrienta dictadura, que cambió radicalmente
el destino de todos los chilenos, cuyas vidas ya no
volverían a ser las mismas.’
ACTOS CONMEMORATIVOS DEL GOLPE DE ESTADO DE 1973.
Más allá de los actos oficiales y las
manifestaciones frente al Palacio de La Moneda, el pasado
ha vuelto a hacerse presente en el corazón de
cada ciudadano. La memoria histórica se hace
íntima, cuando los supervivientes de aquella
tragedia política recuerdan su propio pasado.
TUMBA DE ALLENDE
Por eso nunca faltan flores anónimas sobre la
tumba del hombre que supo concitar las esperanzas colectivas
de justicia y libertad.
REUNIÓN DE SUPERVIVIENTES DEL GAP EN EL CEMENTERIO
A un centenar de metros, en el mismo cementerio, se
reúne el antiguo Grupo de Amigos del Presidente,
que formaron su guardia personal y resistieron el ataque
contra La Moneda.
VOZ DE DISCURSO:
...‘Para que nunca más en este país
existan el crimen, la traición, la muerte, como
se vivieron durante 17 años en nuestra patria.’
UNA MUJER QUE DEPOSITA FLORES:
‘Siempre todos están en mi corazón
aunque los demás no piensen igual.’
GENTES QUE VISITAN EL MEMORIAL DE VILLA GRIMALDI, EN
SANTIAGO DE CHILE.
La necesidad de impedir el olvido congrega a otro grupo
de supervivientes de la represión donde estuvo
Villa Grimaldi, principal centro de torturas de la policía
pinochetista hoy convertido en memorial de las víctimas
del terror.
VOZ DE DISCURSO:
‘Este es el lugar donde más detenidos desaparecidos
murieron.’
Cada uno de los asistentes tiene una historia que contar.
Como Nuria Becker y Osvaldo Torres, que se conocieron
en la lucha clandestina contra la dictadura, fueron
detenidos juntos y vivieron una larga historia de amor
en la que compartirían cárcel, tortura
y exilio.
OSVALDO TORRES:
‘Era un pánico permanente porque además
se escuchaban los gritos de tus propios compañeros
y no sabías hasta donde iban a hablar.’
NURIA BECKER:
‘Me llevaron a presenciar la tortura de Osvaldo
con el ánimo de que yo lo convenciera de que
colaborara, de que entregara gente. Lo tenían
en un galpón grande, colgado y que le estaban
aplicando la picana eléctrica. Yo no cooperaba
en ese sentido pero estaba horrorizada de la manera
cómo lo torturaban a él. Después
de eso, esa misma noche, me llevaron a la parrilla,
que se les decía a esas camas de fierro donde
ponían electricidad.’
IMÁGENES DE ARCHIVO DE LA LIBERACION DE OSVALDO.
VEMOS A LA PAREJA EN SU CASA.
Tras recuperar la libertad siguieron unidos hasta hoy.
Osvaldo ejerce su profesión de antropólogo
en Santiago y Nuria trabaja como orientadora social.
Es inevitable que estos días vuelvan a la vista
atrás, sobre lo que fueron sus sueños
políticos de juventud, cuando en Chile parecía
posible una revolución que realizara sus ideales.
OSVALDO TORRES:
‘Era de una vitalidad, de una emotividad, de un
sentirse jugando un papel en la Historia, modesto o
grande, pero al final sintiendo que el país te
pertenecía. Allende fue el aventajado de un socialismo
libertario, una propuesta de transformación revolucionaria
en democracia, que maravilló a todo el mundo
y a los propios chilenos. Es un recuerdo muy potente
para poder decir que los sueños son posibles.’
IMÁGENES DE ARCHIVO DE LA ETAPA DE LA UNIDAD
POPULAR EN EL GOBIERNO. MÚSICA: ‘VENCEREMOS’.
NURIA BECKER:
‘Creo que es más difícil para la
juventud hoy día tener sueños de esa naturaleza
y llevarlos adelante. Por otro lado también nos
hacíamos más cargo de nuestra libertad,
éramos más irreverentes.’
OSVALDO TORRES:
‘Los días después del golpe fue
la instalación del pánico y el miedo generalizado
en Chile. Y lo que uno más bien recuerda es esa
lucha por vencer el miedo.’
IMAGENES DE ARCHIVO DE LA REPRESION PINOCHETISTA. CADÁVERES,
DETENCIONES MASIVAS.
(sin narración, solo con música)
REUNIÓN DE FAMILIARES DE DESAPARECIDOS HACIENDO
UN AYUNO DE PROTESTA.
Muchos otros tuvieron peor suerte y sus vidas quedaron
truncadas a la vez que sus sueños. Por eso, en
la asociación de Familiares de Desaparecidos
se celebran turnos de ayuno. El Estado les ha ofrecido
dinero, pero no la información que ellos reclaman.
Y siguen sin tener dónde rezar ante los restos
mortales de padres, hijos, esposos o hermanos.
NORMA MARUS GONZALEZ:
‘Me lo mataron encadenado. Me lo colgaron en un
árbol y ahí me lo mataron. Por eso estoy
exigiendo justicia y verdad. Porque ¿dónde
tienen sus restos?’
LAUNISA ROSALES:
‘Nunca durante 30 años hemos tenido justicia
ni verdad. Por eso estamos aquí, para ver si
al Presidente de la República se le ablanda el
corazón de decirnos de una vez por todas donde
se encuentran los detenidos desaparecidos. Y ahí
está mi hija.’
CONTINÚAN LAS IMAGENES DEL AYUNO
Llevan demasiados años repitiendo las mismas
palabras sin que nadie parezca prestarles atención.
El once de septiembre supone otra noche más,
a solas con sus recuerdos.
IMÁGENES DE ARCHIVO: REPRESIÓN EL DIA
DEL GOLPE
Se sabe que más de tres mil presos políticos
fueron ejecutados y que las Fuerzas Armadas de Chile
hicieron desaparecer los cadáveres en fosas comunes,
quemándolos, dinamitándolos o arrojándolos
al mar.
EL EX MILITAR JUAN MOLINA PASEA FRENTE AL PALACIO DE
LA MONEDA. SE DETIENE A CONTEMPLAR LA ESTATUA DE ALLENDE.
Pero la dictadura de Pinochet no sólo destruyó
o alteró las vidas de los perseguidos políticos,
sino que también marcó profundamente el
destino de quienes se vieron convertidos en cómplices
de los verdugos. Como el mecánico Juan Molina,
que participó en el asalto a la Moneda cuando
aún estudiaba en la Escuela Militar.
JUAN MOLINA HERRERA (mecánico militar):
‘Nos tocó la triste misión del golpe
de Estado, del pronunciamiento militar que decimos nosotros.
Salimos muy temprano en la mañana. A las nueve
ya estábamos acá. Nos disparaban en forma
esporádica desde el hotel Carrera y desde los
edificios laterales. Los rokets bajan y hacen explosión
aquí arriba en los ventanales. Y entonces se
empieza a incendiar la Moneda. Un momento impactante
para nosotros. Yo tenía 19 años. Fue necesario,
muy probable. Pero, como chileno, es un recuerdo realmente
amargo.”
MOLINA LLEGA A SU CASA JUNTO A SU ESPOSA.
Sin embargo la mayor amargura no le llegaría
hasta años después. Cuando le tocó
formar parte de las tripulaciones de helicópteros
del Ejército, encargadas de sepultar en aguas
del Pacífico los cuerpos de centenares de detenidos.
JUAN MOLINA HERRERA (mecánico militar):
“Estos vuelos consistían, ¿no es
cierto?, en lanzar gente al mar. Y yo fui testigo. En
principio, por las conversaciones que teníamos
con los demás compañeros de armas, me
decían que incluso se lanzan vivos. Como a mí
no me había tocado participar, moralmente no
me sentía afectado; incluso pensé que
nunca me iba a tocar. Posteriormente el año 79
en noviembre me tocó presenciar dos lanzamientos
de personas. El año 80 me toca otra triste misión,
pero en esta ya fueron ocho cuerpos. Incluso estos dejaron
grandes posos de sangre. Y yo me sentí afectado,
moralmente y como persona. Porque no sabía si
era culpable o no culpable, pero no creo que nadie tenga
el poder suficiente para decir estas personas se eliminan
y se hacen desaparecer. Por eso es que el año
81 yo trato de retirarme del ejército. A parte
que me toca la muerte de mi hijo, que lo tomé
como un castigo de Dios, sinceramente. Muere ahogado
en un tarro con agua. Tenía un año siete
meses, era... estaba recién empezando la vida.
Un año siete meses. Ya andaba por todos lados.
Lamentablemente mi señora lo encontró
con los dos zapatitos afuera. Fue un día domingo,
cinco minutos que se descuidó y el niño...
Cinco minutos fueron suficientes para que muriera. Al
salir de casa descubrí una nota en la puerta
que me decía ‘para que sepas lo que se
siente al perder a un ser querido. Nunca supe quien
lo hizo.”
PRIMER PLANO DE MOLINA EN SILENCIO.
Desde entonces, el mecánico Juan Molina mezcla
en sus pesadillas la imagen de su hijo muerto con la
visión de aquellos cadáveres de presos
políticos arrojados al mar.
VELAS EN LA ENTRADA DEL ESTADIO DE CHILE, DE NOCHE.
Los recuerdos de la muerte atormentan a miles de chilenos,
como herencia maldita del golpe militar y la dictadura
de Pinochet. Treinta años después de aquel
11 de septiembre, hay heridas demasiado profundas que
todavía continúan abiertas. El dolor y
la vergüenza enturbian la memoria de un pasado
con demasiadas cuentas pendientes y demasiados crímenes
sin castigo.
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