REPORTAJE
155.
"Sicarios". 28/7/2001
TRES JÓVENES CANTAN EN UNA CARRETERA, CON LA
IMAGEN DE LA CIUDAD DE BOGOTÁ COMO FONDO
‘Mira
cómo es / nativo colombiano / desde el sur presentando
/ hay que aguantar / muchas horas en el puesto / raíces
en el cuerpo / y sigo yo sufriendo / camino muy extenso
/ porque de vuelta / encuentras solo tierra / loma que
soporta / camelladora gente humilde / en tu boca como
copla / aquí rebota y rebota... Zona quinta Bogotá,
Colombia, Colombia...’
SOBRE LA IMAGEN ENTRAN LOS CREDITOS:
Guión
VICENTE ROMERO
Realización
OUTI SAARINEN
Imagen
JESUS MATA
Sonido
CARLOS DÍAS OLIVÁN
Montaje vídeo
EDUARDO PASQUIN
IMÁGENES DE UN BARRIO MARGINAL DE BOGOTÁ.
En el extremo sur de Bogotá --en la denominada
Localidad Quinta de Usme-- más de 600.000 personas
se hacinan en 250 barrios, con la miseria trepando sin
cesar por las colinas deforestadas que rodean a la capital
colombiana. Los servicios sociales están desbordados:
la sanidad y la educación no alcanzan al conjunto
de una población duramente golpeada por el paro
y el hambre.
YILDER:
“Acá estamos viviendo seis personas. Allá
duermen mis hermanitas y mi mamá. Acá
duermo yo. Y allí mi tía y mi primita,
que es un baby.
-- ¿Y tu padre?
-- Padre no tengo. Tenía como dos años
cuando se fue.
-- Y el padre de tus hermanas?
-- Digamos el papá de Gina se murió. Estaba
en la cárcel y lo mataron.”
BARRIO EN FIESTAS. FRITANGAS. ZANCUDOS.
UN GRUPO DE JÓVENES HACIENDO PINTADAS.
El barrio de Santa Librada acaba de cumplir quince años
de penosa existencia. Sus gentes celebran la consolidación
de la comuna que levantaron, sobre terrenos robados
a la montaña. Y festejan su aniversario con modestia,
entre la feria tradicional y la actuación de
un moderno teatro callejero.
Sin embargo los jóvenes tienen pocos motivos
de alegría. Porque no encuentran más horizonte
que la marginación social, sufren el azote de
las drogas y se enfrentan a la doble amenaza de las
bandas de delincuentes y los pistoleros de la llamada
limpieza social, que los cazan a tiros en las
calles.
JUAN PABLO BARRAGAN:
“En más de los barrios populares de acá,
en Bogotá, se acostumbra a armar grupos de limpieza
entre los vecinos y esa gente cruel tiene el objetivo
pues como que los pelaos de esquina que se
visten de pronto ancho y hay un estigma hacia eso, hay
que darles plomo, hay que quitarles de en medio porque
dan mal aspecto. Yo iba para mi casa y estaba abriendo
la puerta cuando llegó un man. Yo iba con el
negro que canta conmigo. Y pum, de una, nos hizo el
primer disparo que por fortuna a ninguno nos dio. Y
el segundo me dio en la espalda, saliendo por estómago.
Yo creo que esa forma de justicia que se toma por sus
manos es muy común, pero me parece muy estúpida
porque esa no es la fórmula y un man que, porque
es policía y tiene un fierro, pues que le dispare
a cada joven que se encuentra es jodido.”
ACTIVIDAD LABORAL EN UNA PIZZERIA
Las posibilidades de trabajo se reducen a empleos temporales,
--generalmente en el sector de servicios y en el lejano
centro de Bogotá-- que no ofrecen futuro alguno
ni tampoco un salario suficiente.
DOS JÓVENES CANTAN RAP EN UN AUTOBUS.
En tan duras circunstancias, la música representa
una alternativa crítica. El rap canaliza la protesta
de los jóvenes y, a veces, aporta también
unas monedas para tirar otro día más.
BARRIO AL ANOCHECER. UNOS CHICOS LLEGA AL LOCAL DE ‘FE
Y ALEGRIA’. ENSAYO DE BREAK DANCE.
Cada anochecer un grupo de jóvenes de Santa Librada
se juntan en un Centro de Expresión Cultural,
patrocinado por los jesuitas. Aquí encuentran
un lugar de ensayo, que facilita la creación
de conjuntos de ‘rap’ y ‘break dance’.
JOHN JAIRO PUCHE (Fe y Alegría):
“El break esencialmente para estos muchachos es
una forma de expresión artística urbana,
que les permite exponer lo que ellos piensan, de alguna
manera, como protestar frente a las muchas situaciones
de injusticia que hay en la sociedad en que nosotros
estamos viviendo. Impulsar estas formas, estos intereses
artísticos que tienen los muchachos les permite
como comprometerse con ellos mismos y con la sociedad.
“
REUNION NOCTURNA DE UN ‘PARCHE’ DE BARRIO
EN UNA ESQUINA.
Sin escuelas ni trabajo, los adolescentes se ven empujados
a la calle. Y se reúnen en grupos --denominados
parches-- donde encuentran el afecto de otros
jóvenes, frente a una sociedad que les niega
toda oportunidad de salir adelante. Pero en estos barrios
casi todos los crímenes quedan impunes, y los
parches constituyen posibles embriones de bandas
juveniles.
JAIME BARRAGAN (Fe y Alegría):
“Algunos son delincuentes, otros no. Algunos consumen
drogas, otros no. En los parches se da de todo. o sea,
uno puede encontrar un grupo con veinte pelados donde
cada uno hace cosas distintas. Donde dos o tres roban
y otros cinco no hacen sino estar ahí. Hay un
problema muy grave también de violencia intrafamiliar.
Y entonces se dedican a eso, a estar en las calles.
Entonces cualquier grupo de jóvenes que uno ve
por ahí, a los ojos de los adultos son atracadores
o drogadictos. Eso les trae problemas con la limpieza
social y también con la policía.”
UN GRUPO DE JÓVENES CANTAN Y BAILAN RAP EN UNA
CALLE.
‘Tas, tas, tas, tas / impactos de bala van / entrañas
destrozadas / las balas no preguntan / si eres culpable
inocente / si sientes o no sientes / ¿cuál
fue el asesino? / tal vez tu vecino / sin escrúpulos
homicidas / aliados sicarios de mi barrio / en callejón
de comuna / la guerra se ha declarado ... (etcétera)’
‘¿qué debo hacer? / no se si esconder
/ ¿qué debo hacer? / no se si responder’...
Cada noche el rap y el break dance explotan en los barrios
de la Quinta de Usme. Su violencia formal expresa la
frustración, la angustia y el miedo de los jóvenes.
Y sirve como desahogo a quienes han crecido condenados
a afrontar una vida difícil en una sociedad despiadada.
VISTAS NOCTURNAS DE UN BARRIO MARGINAL DE LA CIUDAD
DE MEDELLÍN. UNA BANDA DE JÓVENES RECORRE
SUS CALLES.
En Medellín, la marginación social acusa
otra vuelta de tuerca. La segunda ciudad de Colombia
es la urbe más violenta del mundo, con trece
homicidios diarios y un muerto por hora durante los
fines de semana. Penetrar en sus barrios más
pobres supone una temeridad. A no ser que se visiten
en compañía de alguna de las bandas de
delincuentes que dictan la ley de sus calles, controlan
el tráfico de drogas y negocian con los asesinatos
por encargo.
FREITER:
“Una banda vive del robo, de las plazas, como
lo ha oído, de la celada, del impuesto y de todo
delito que puede cometer.
-- Pero, ¿de dónde sacáis más
dinero?
-- Hay oportunidades, ¿se entiende? Por ejemplo
a veces resultan muchas de guardar a una persona, de
robar a una persona, de matar a una persona, de X motivos
pero siempre siendo delitos. Pero las plazas dan buena
plata.
-- ¿Qué son las plazas?
-- Son los expendios de vicio.
-- Y ahí, ¿qué se vende?
-- Ruedas, que son roches, rohipnol, bazuka,
marihuana, perico...
-- ¿Y cuanto se saca por matar a una persona?
-- Malo, malo, dos millones. Dos millones. Comercialmente,
sí, son dos millones de pesos. Claro que depende
de la liebre. Si es un suicidio, tiene que pedir usted
plata para que quede.
-- Depende del lugar donde se vaya a hacer eso. El lugar
donde vaya a hacer el homicidio, porque si no es una
parte donde está muy concurrida, pagan menos.
O sea, si es caliente o no es muy caliente.
-- Para decir algo, nosotros para matar a alguien allá
abajo, en el playón, donde la liebre es de nosotros,
calientísimo, eso es un suicidio. Mientras que
si va por otra parte donde no lo conozcan a uno, va
más relajado. Cuando uno quiere ir muy a la fija,
va con balas cianuradas, cruzadas... Porque aquí
hay gente que se reza... ¿se entiende?
-- No. ¿Qué es?
-- Se reza es que la bala le entra, pero no se muere.
Hay que darle con balas cruzadas o con cianuro.
-- ¿Y qué armas tenéis aquí?
-- Hay tres ocho, pistolas, escopetas, granadas, petardos,
metras...”
UN NIÑO INGIERE UNA PASTILLA. OTROS JÓVENES
BEBEN EN UN LOCAL DE BILLARES DEL BARRIO.
En estos barrios se entra a formar parte de las bandas
desde muy joven. Con solo once o doce años, los
niños se inician en el consumo de drogas y aprenden
las reglas del delito. Dicen las estadísticas
que en Medellín el 66 por 100 de los menores
de 25 años carece de ocupación alguna,
lo que condiciona el destino de muchos jóvenes
empujándolos a la delincuencia. Uno de los principales
banderines de enganche se encuentra en los billares,
que son lugares favoritos de reunión de las pandillas.
TRASTIENDA DEL LOCAL. BOLSAS DE ‘BAZUKO’
En la trastienda de estos locales se trafica con una
mezcla sucia de cocaína y productos químicos,
denominada bazuko. Su tráfico constituye
el mayor negocio de las bandas y también la principal
causa de enfrentamientos armados.
HABLA UN NIÑO:
-- ‘¿Qué le pasó a tu hermano?
-- Lo mataron los Triana, porque llegaron y lo mataron,
habían traído una granada.
-- ¿Cuántos años tenía?
-- Quince.’
FREITER:
-- ‘Tres tiros del nueve, cirugía ahí
mismo. Me rompió el colon.
-- ¿Y cómo fue eso? ¿Por qué
fue?
-- En la masacre que os hicieron allí. Nos mataron
seis. Nos hirieron a tres.
-- ¿Y la imagen esa que llevas no te sirvió
para nada?
--- ¿No? ¿No me sirvió? Fui el
primero que encañonaron...
-- ¿Qué virgen es?
-- María Auxiliadora.
-- ¿Tú crees mucho en ella?
-- Es la que me mantiene, me balancea.
-- ¿Y tú crees que a la virgen esa le
parece bien la vida que lleváis?
-- No. Pero ella sabe que yo la quiero. Cada uno tiene
que creer a su manera. Me voy a una misa y vuelvo. Mi
madre es la que me mantiene cuando estoy mal. Hay días
en que uno no gana con qué envenenarse.’
Freiter nos muestra una solicitud de pasaporte, y planea
viajar a España para ganarse la vida ejerciendo
su oficio de tornero.
FREITER:
-- Estoy buscando expectativas. No tengo antecedentes
para nada. Hay una persona que me está colaborando.
Porque voy para dos hijos y quiero dejarles algo cuando
yo falte y que no sean como uno, que le tocó
empuñar un fierro para sostenerse.
IMÁGENES DEL BARRIO DE DÍA.
Años atrás, la figura siniestra del narcotraficante
Pablo Escobar sembró la violencia en estos barrios,
empleando a docenas de sicarios. Tras su muerte las
bandas tuvieron que buscar negocios nuevos, como la
vigilancia de pago obligatorio, o el cobro de impuestos.
DOLORES LASERNA:
‘Cuando empezó Pablo Escobar se empezó
a generar la violencia. Pagada dos millones por cada
policía muerto. Se acostumbraron a eso las bandas
grandes, y se les acabó de golpe cuando Pablo
Escobar murió. Las bandas siguen pero ya no son
tan selectivas. Y cobran menos para seguir viviendo.’
IMÁGENES DEL COLEGIO DE FE Y ALEGRIA
En este ambiente, el colegio de ‘Fe y Alegría’
intenta entender la mentalidad de los pandilleros y
ofrecerles una oportunidad de estudiar.
MARIA EUGENIA (Fe y Alegría):
Llegar y ganar el terreno es difícil, pero tienes
que sentar un precedente de quien manda, y dónde
y cómo y cuando. Porque cuando recién
llegué también hubo quien se entró
en el colegio, y se entró a las malas, amenazando
en la puerta y diciendo que esto era de ellos. Y yo,
¿de ellos? ¿Y quiénes son ustedes?
Es que somos los dueños del barrio. ¿Dueños?
Pues tal vez del barrio, pero el colegio no es de ustedes.
Yo soy la rectora. Si tu traes un papel diciendo que
eres el rector o el dueño de esto, me voy. Pero
a mí no me lo han dado. Aquí mando yo.
Entonces, tu no eres el dueño de acá.
Entonces esa persona me dice ‘es que usted no
sabe quien soy yo’. Y yo: pues creo que tu tampoco
sabes quién soy yo. Porque si me estás
diciendo esto... el tipo se levanta la camiseta y tenía
un arma metida dentro del pantalón, como diciendo
pues mira lo que yo soy. Yo: a, no, pues, tu me matas
y te toca entenderte con mi marido. Con él te
toca entenderte. El tipo se queda como pensando que
quién es mi marido. Pues cuando mira para arriba
dice ah no, con ese man yo no me meto. Dije pues entonces
te vas. Yo muerta del miedo, me temblaba todo. El tipo
se fue y en la puerta le dijo al celador ‘esa
vieja es una berraca’. Y él le dijo ya
le dije a usted que no se metiera con ella. Salió
y, lamentablemente, en esa semana, como que alguien
le quiso abrir los ojos y lo mataron, ¿cierto?
Es triste que uno tenga que sentar precedentes, haciendo
valer que uno es el que manda acá. Pero cuando
estos muchachos entienden que ellos tienen su poder
en determinadas partes y en otras no, y que es hasta
cierto punto, aceptan eso. Yo creo, sin lugar a dudas,
que en todos los muchachos --al menos en los que yo
he tenido contacto aquí, en el barrio y en los
combos-- hay una buena persona. Lo que hay es una mala
formación y, lo que decía al principio,
una falta de afecto inmensa. Pero de amor del bueno.
Hay buenas personas. Son seres humanos que podrían
ser grandes hombres y grandes mujeres, porque también
hay muchachas en esos enredos. Lo más triste
es que los miembros de las bandas o los alumnos que
pertenecen a las bandas son lo mejores. La detección
precoz de la violencia no sirve. Y por qué se
encomiendan a Dios, devotos de la virgen, portan escapularios...
contradicción inmensa. Estamos buscando qué
es lo que pasa.
TALLERES DE FORMACIÓN PROFESIONAL DE ‘FE
Y ALEGRIA’
Junto a las tareas de enseñanza media, unos talleres
de formación profesional tratan de ofrecer un
oficio y una oportunidad laboral a los jóvenes
del barrio.
CLAUDIA PATRICIA PARRA:
‘Ninguna empresa los quiere, tienen un estigma
por el barrio, los rechazan, no encuentran trabajo,
les damos una alternativa para que aprendan a trabajar
y creen sus propias empresas.’
DOS JÓVENES SICARIOS PASEAN POR EL BARRIO.
Pero los jóvenes sicarios de Medellín
saben que sus crímenes suponen un callejón
sin salida. Y, aunque sean capaces de matar por encargo,
no han perdido la conciencia. Así, Chuqui --que
acaba de cumplir dieciocho años y admite haber
cometido dieciséis homicidios-- reflexiona amargamente
sobre el significado de su vida.
CHUQUI:
-- ‘¿Cuánto vale matar a alguien?
-- Para mí, según la persona, el caballero
que sea.
-- ¿Tú has matado a alguien?
-- Sí.
-- ¿A mucha gente?
-- Bastante.
-- ¿Cuántos años tenías
cuando mataste por primera vez?
-- Once.
-- ¿Once años?
-- Once años.
-- ¿Y por qué fue?
-- Por necesidad. Fue una gran necesidad. Por una amenaza
que me hicieron, entonces ya el corazón se me
volteó para otro lado. Y desde entonces es que
estoy haciendo mal a la gente, que es lo que hace uno.
-- ¿Y no sientes ningún remordimiento?
¿No piensas en la gente que has matado?
-- A ratos. A ratos sí me vienen a los pensamientos
personas que si no merecerían estar donde están.
-- ¿Tú con quién vives?
-- Con mi mujer y mi niña.
-- ¿Tienes una niña?
-- Sí, señor.
-- ¿De cuánto tiempo?
-- Tiene un año y un mes.
-- ¿Y qué futuro espera a esa niña
aquí, con la vida que tu llevas?
-- Ninguno. Yo diría que no la espera ningún
futuro. (14.10)
-- ¿Y ya no se puede dar marcha atrás?
-- Llegando a que nos maten a todos... Es la única
manera. Hay que estar aquí, parado, esperar,
tratar de vivir el momento intensamente.’
CANTAN DOS RAPEROS (Grupo Arawak):
‘Disparos suenan, truenan, cruzan, nunca supe
quien tuvo la culpa, el crimen perfecto, tal vez por
dinero, disparos al amanecer rompieron el silencio,
el asfalto imitando, paralelos al amanecer aparecen
los cuerpos, no hay argumentos, supuestamente accidente,
bala perdida en tu puta frente...’
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